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El Yoga y la Sostenibilidad

Por: Sergio Isaza Bonnet, 31 de marzo de 2021

Empecé a practicar yoga hace cinco años en medio de una gran crisis personal y profesional. Llegué al yoga para dejar atrás mis problemas y buscando ser feliz. Tuve la fortuna de dar con un gran profesor que me dio mi primera clase. Al finalizarla estaba muy cansado y adolorido, pero me sentía absolutamente completo, alineado y en perfecta paz conmigo mismo. Desde ese día no he parado de hacer yoga. El yoga cambió mi vida.

En paralelo reapareció en mi vida la sostenibilidad. De estudiante soñaba con convertirme en abogado ambientalista. Estando de vacaciones de vuelta de un intercambio en una universidad en Estados Unidos que daba cursos de derecho ambiental, conocí a mi primer mentor: un abogado especialista en derecho de seguros. Muchos años después me había convertido en especialista en riesgos y seguros y lideraba equipos comerciales en cargos directivos de empresas del sector.

Pero algo me faltaba en la vida y no era feliz. Ya no me entusiasmaba lo que hacía y a través de la práctica constante de yoga entendí que el éxito profesional no garantizaba la felicidad (que es interior) y que más que logros y gratificación material, lo que necesitaba era un propósito en la vida.

Al salir de mi último trabajo, me tiré de cabeza en sostenibilidad sin estar calificado para hacerlo. Empecé a estudiar de cambio climático y energías renovables y a revisar y diseñar productos de riesgos para empresas de energía, del sector agrícola, de movilidad y construcción sostenible. Así nace Gestión de Riesgos Sostenibles (GRS), empresa que busca transferir los riesgos de un mundo verde.

Descubrí dos propósitos de vida (yoga y sostenibilidad) recorriendo un camino guiado en parte por la elección y en parte por el azar.

En el budismo se habla del Dharma (el deber que uno debe cumplir en la vida) y hace poco Jay Shetty, un autor inglés, lo definió así: Dharma = Propósito + Utilidad + Experticia1.

Cuando usted le suma un propósito a lo que usted domina (su experticia), que a la vez es útil para usted u otros, no hay quien lo detenga. El Rig Veda, texto sagrado hindú del siglo II antes de Cristo, lo ratifica: “cuando hay armonía entre la mente, el corazón e intención, entonces nada es imposible”.

Hace un par de semanas finalicé la primera parte de un entrenamiento para certificarme como profesor de yoga con mi maestro Esteban Salazar, yogui extraordinario y gran ser humano. Sentando en un salón de un hotel en Medellín le oí decir que para tener una gran práctica de yoga y, de paso una excelente vida, hay que llegar al mat (esterilla) y al día a día con las tres Aes: Actitud, Alineación y Acción:

  •  La actitud es abrirse a la gracia. Es vivir la vida desde una posición de sí se puede. Esto aplica para el yoga y para la sostenibilidad. Si creemos que podemos, lo hacemos. El activismo y participar activamente en sostenibilidad es fascinante y todos podemos poner un granito de arena en pro del desarrollo social, económico y en el cuidado del medio ambiente.
  • La alineación es estar conscientes y buscar el diseño óptimo de la postura. En sostenibilidad me atrevería a decir que no es sólo parecer, sino también ser. Lo que como, si compro botellas de agua o cargo un termo, lo que consumo, cómo me muevo y si cuido mi entorno, son tan importantes como los estándares de ASG de mi empresa.
  • La acción es la manifestación de la voluntad: la ejecución orgánica y energética de lo que se busca lograr. Es caminar el camino, porque como lo decía Benjamin Disraeli: “la acción no siempre trae la felicidad, pero no hay felicidad sin acción”. Tenemos que actuar, cada uno desde lo que hace o sabe hacer, en pro de la sostenibilidad. Es hacerlo bien, haciendo el bien.

Todos los días pienso cómo unir mis dos pasiones (yoga y sostenibilidad) para servir a los demás. Bienvenida cualquier sugerencia porque creo que el cambio empieza por uno y así como ahora doy clases de yoga a mis amigas que me pagan con onces y buenas charlas, me encantaría meterle Dharma a mi trabajo y ayudar, desde lo que sabemos hacer, a empresas y personas que comparten una visión de un mundo sostenible.

Ahora si sólo quiere hacer yoga llámeme. Yo feliz de practicar con usted o invitarlo a una de mis clases.

1 Piensa como un monje: entrena tu mente para conseguir paz y propósito cada día. Jay Shetty. Simon & Shuster. New York, New York USA. Primera Edición 2020.

Sergio GRS