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cambio climáticoOpinión

El Hambre Entró por La Puerta

By agosto 18, 2020febrero 27th, 2021No Comments

El Covid-19 y el Cambio Climático

En América Latina decimos que cuando el hambre entra por la puerta, el amor sale por la ventana. Dicho que, de manera simbólica y lleno de sentido común, refleja el efecto negativo que tienen los problemas económicos en las relaciones sentimentales.

Pues como todos sabemos, el hambre, de la mano de un virus, entró por la puerta en nuestros países. En Colombia nos cogió, entre otras, con un sistema de salud débil, una gran informalidad laboral, una distribución de ingresos enormemente desigual y más de un millón de migrantes venezolanos irregulares¹. La escena, en los restantes países Latino Americanos, es más o menos la misma.

Con la entrada y permanencia del virus en nuestros países, y sus nefastas consecuencias económicas, las preocupaciones ambientales salieron por la ventana. Latinoamérica y el mundo le restaron impulso a los esfuerzos para prevenir la crisis climática, concentrándose en atender lo urgente.

En paralelo, todos vimos las inverosímiles escenas de lobos, ciervos y otros animales salvajes aventurándose a las ciudades, así como las fotos que mostraban un cielo azul en ciudades que a mediados de 2019 eran tan contaminadas que el smog no dejaba ver montañas aledañas. La parálisis del aparato productivo (industria y transporte) y el confinamiento que ocasionó la pandemia, resultó en una considerable disminución de la polución y las emisiones de origen humano. A nivel mundial, se espera que las emisiones de CO2 en 2020 disminuyan entre cuatro y ocho por ciento (dos a tres billones de toneladas de gases)². Una reducción así no se veía desde la crisis financiera del 2008.

Este efecto colateral positivo de la pandemia ha sido muy celebrado. Pero salir a decir, como lo han hecho algunos activistas ambientales, que el virus es bueno, es un sinsentido.

Creo que la razón por la que nos preocupamos por el clima es porque la gente también nos importa y una solución para nuestra crisis climática que afecte a las personas no es buena. La pandemia está dejando claro que, como el cambio climático, sus efectos son desiguales. Los más afectados son los países y personas más vulnerables. Basta ser testigos de la situación de las personas que no tienen dónde vivir, que deben salir a la calle con o sin virus para comer o en el efecto de la pandemia en los países pobres o en vía de desarrollo.

 

Ahora bien, ¿qué podemos aprender de la respuesta al COVID 19 y cómo la podemos aplicar al cambio climático?

El COVID-19, como el cambio climático, son eventos desestabilizadores globales, pero vale la pena ver algunas diferencias entre el manejo de la pandemia y el cambio climático:

COVID-19

Cambio Climático

Respuesta Inmediata. Lo único que crece al ritmo de las emisiones son las promesas de hacer algo con ellas.
Esfuerzo global de contención. Una fracción de los países firmantes del Acuerdo de Paris están en línea con sus promesas de reducción de emisiones.
Consecuencias claras y compartidas por la comunidad científica. Dudas científicas, no obstante el 97% de los científicos climáticos dicen que es una realidad.
Respaldo político fuerte. Falta de voluntad política.
Paquetes económicos y ayudas. Muy baja asignación de recursos (excluyendo las catástrofes naturales).

La clave para entender porque estos dos tipos de respuestas, es que los efectos de la pandemia se sienten inmediatamente, mientras que los del cambio climático se demoran mucho. Ambos cobran vidas, pero la relación entre emisiones y muertes es más larga y enredada que el conteo diario de personas que mueren por complicaciones relacionadas con el virus: 776 mil al 18 de agosto de 2020.

La respuesta al COVID-19 ha sido contundente y en aquellos países donde lo están dejando atrás, se oyen voces que piden un nuevo Acuerdo Verde (o Green New Deal) que haga más sostenible nuestro desarrollo y menos posible que desastres como el actual se repitan.

Por eso, insistentemente los activistas ambientales han pedido no perder de vista el cambio climático, que es una amenaza aun mayor que el COVID-19. En Colombia y la región hay un esfuerzo enorme por sacar planes de recuperación amigables con el medio ambiente (transición energética, movilidad sostenible, flexibilidad laboral y cambios de habito de trabajo, etc.).

Lo que queda claro es que cuando se quiere se puede y ojalá pasada la crisis económica volvamos a volcarnos con entusiasmo en la lucha contra el cambio climático. Los dejo con esta foto y esperemos que todos actuemos con la misma resolución y diligencia frente al problema mayor que se nos avecina.

 


¹El Espectador: Lo que los números dicen de la migración venezolana en Colombia. https://www.elespectador.com/noticias/el-mundo/lo-que-los-numeros-dicen-de-la-migracion-venezolana-en-colombia/

²BBC El cambio climático y el coronavirus: Cinco tablas de la mayor caída de carbono. https://www.bbc.com/news/science-environment-52485712

Sergio Isaza

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